lunes, 17 de julio de 2017

comunicación

La Comunicación es un proceso de intercambio de información, en el que un emisor transmite a un receptor algo a través de un canal esperando que, posteriormente, se produzca una respuesta de dicho receptor, en un contexto determinado.
El término comunicación procede del latín communicare que significa “hacer a otro partícipe de lo que uno tiene”. La comunicación es la acción de comunicar o comunicarse, se entiende como el proceso por el que se trasmite y recibe una información. Todo ser humano y animal tiene la capacidad de comunicarse con los demás.

Para que un proceso de comunicación se lleve a cabo, es indispensable la presencia de seis elementos: que exista un emisor; es decir, alguien que trasmita la información; un receptor, alguien a quien vaya dirigida la información y que la reciba; uncontacto por medio de un canal de comunicación, que puede ser muy variado: el aire por el que circulan la sondas sonoras, el papel que sirve de soporte a la comunicación escrita, la voz, etc.
Asimismo, que exista una información o mensaje a transmitir; un código o sistema de signos común al receptor y al emisor, donde el mensaje va cifrado, los signos pueden ser no lingüísticos (símbolos, señales e iconos) y lingüísticos (escrituras, sonidos, concepto asociado, sentido, etc.); y por último, que el mensaje tenga un referente o realidad, al cual alude mediante el código.








Es curioso que la comunicación, que es la capacidad que nos diferencia a los humanos del resto de los seres vivos, sea el mayor generador de conflictos en nuestra civilización.
En la actualidad se puede decir que la mayor parte de los conflictos que se producen en las familias, colegios, empresas u otras organizaciones, se provocan por defectos en nuestra comunicación.
Pensémoslo por un momento…


¿Qué aspectos de la comunicación pueden provocar un conflicto?

Mi desarrollo profesional me permite observar los conflictos que se generan en las organizaciones y mediar para resolverlos.
Asimismo, mi experiencia vital me ha ido demostrando progresivamente que los conflictos generados con mi familia, amigos, etc., se podrían haber evitado con una buena comunicación.
Agrupo en cinco grandes bloques estas causas:
1.- Planos diferentes de comunicación.
Cuando dos personas están tratando un asunto en dos planos diferentes de comunicación (yo hablo de actitudes y tú de emociones, yo hablo de realizarme profesionalmente y tú de sobrevivir…), el entendimiento es complicado y llega a generar conflictos.
En este caso, si observamos que el desentendimiento procede de un plano diferente de comunicación con la otra persona, hemos de intentar adaptarnos a su plano y, desde ahí, podremos construir una rica conversación.
2.- Formas inadecuadas para comunicar algo.
Esta causa es una de las más recurrentes. Recordemos aquella frase de… “No, si tenía razón en lo que me estaba diciendo, pero es que me lo dijo de una forma… que me enfadé”.
¿Os suena? Yo creo que a todos… ¿Cuántas veces nos ha sentado mal algo, no por el contenido, sino por la forma?
Por tanto, seamos muy cuidadosos con las formas, incluso con aquellas personas con las que tenemos mucha confianza.
3.- Contenido erróneo del mensaje.
Esto ocurre cuando queríamos decir una cosa (y de hecho lo pensábamos así) y expresamos otra totalmente diferente. Aquí se produce una incoherencia entre la comunicación verbal y la no verbal que puede llegar a provocar conflicto, simplemente, porque no nos creemos al otro.
En otras ocasiones, nos permitimos valorar y enjuiciar las actitudes o pensamientos ajenos. En los conflictos, a menor objetividad, mayor facilidad para que se genere uno.
4.- Momento equivocado para la comunicación.
Por esta causa hemos debido caminar todos. Es cuando dices algo y, de repente, te das cuenta de que has metido la pata hasta el fondo. Upssss… es lo que nos suele salir…
Si es algo sin importancia, no suele ocurrir nada. El conflicto aparece cuando es algo importante o repetido.
Por tanto, hemos de ser cuidadosos a la hora de comentar cualquier cosa.
5.- Rumorología.
Esta causa, en las empresas, puede llegar a convertirse en un cáncer.
Y en las familias y amigos puede llegar a provocar profundos conflictos.
Yo, para esta causa, tengo una máxima: “De lo que te digan, nada y de lo que veas, la mitad”. De esta manera, siendo prudente, nos evitaremos muchos conflictos.